domingo, 13 de noviembre de 2011

Preparando cafeteras para que tomes conmigo.

Llegué a casa y le dije a mi madre que me iba, que necesitaba verla. Su respuesta, para mi sorpresa, fue un "has tardado demasiado".

Nos hemos alejado, nos distanciamos y no sólo por los kilómetros que empezaron a separarnos, ya andábamos lejos incluso viviendo bajo el mismo techo. Creo que explotamos nuestra relación al máximo y es lo que suele ocurrir cuando se vuela tan alto, cuesta mantener el nivel.

Al principio pensé que las distancias nos sentarían bien, pero luego nuestra dejadez y lo que arrastrábamos pudo con lo que teníamos. Lo reconozco, tenía miedo casi tanto como ganas de verla.

Hemos crecido, quizás hasta madurado. Este año probablemente hayamos pasado los momentos más duros de nuestras vidas y no hemos estado la una para la otra. Pero los días que no podíamos más nos llamábamos, cruzábamos pocas palabras, a veces sólo llorábamos y nos quedábamos en silencio.

Ha sido bonito volver a vernos, me ha sentado bien y quiero más. Teníamos demasiados planes para atascarlos ahí, la quiero junto a mi (con el presente) en el futuro.


..... te has perdido cien domingos.

5 comentarios:

mire dijo...

deberías escribir más a menudo

Juan dijo...

Las relaciones entre madre e hija sufren deterioros como todo en la vida, pero seguro que con poner un poco de vuestra parte (las dos claro) todo vuelve a recuperarse, no hay nada como el amor a una hija y viceversa aunque eso se comprende mejor cuando seas madre, aprovecha cualquier momento para estar juntas si puedes. Un besazo.

eme dijo...

uh.. tenemos que hablar.

;)

larala dijo...

Juan: Nonoooo! NO es la relación con mi madre. Una antigua amiga/compañera de piso/clase/vida en general.

Eme: jajajaja eso veo!

Anónimo dijo...

creo...^^yo también te quiero en mi vida