Mi primera combustion

Hace unos años tuve una de esas historias imposibles y destructivas, y cuanto más lo era más me enganchaba. Termino mal, aunque eso se veía de lejos. Hace tiempo me lo encontré, yo iba con esa “valentía” que a veces proporcionan unas copas de más y le dije 3 o 4 cositas…

La otra noche le tocó a él.

Para mi sorpresa se disculpó, me dijo que lo hizo mal, me dio 3000 excusas baratas de las cuales algunas pues quizás yo llegara a entender. Por primera vez me dijo que yo le había gustado y mucho. Que no me había olvidado y me soltó un “Te quiero”.

No supe que decir, le dije que cuando estuviera menos borracho me llamara.

Seis años después reapareces y hablando sola
resumes tu noria de vida en un solo café.
Y curado al fin, me permito el lujo de observar
tu pelo raro y creo que ahora fumas demasiado.
Y hablas como si te hubiera preguntado
de quién te vengabas todo el tiempo que yo estuve a tu lado.

Y aun no sé a qué diablos viene ahora tu llamada,
tiembla tu cuchara y eso nunca queda bien.
Di, di la verdad, llevas tiempo sin romper muñecos.
Pasados unos meses alguien me ajustó de nuevo
y queda un poco lejos cuando me incendiaste
y ya soplaron las cenizas, volaron las cenizas.