Se terminaron las vacaciones

Los reyes una vez más se han portado, no puedo quejarme la verdad es que NUNCA he podido quejarme. Siempre terminan sorprendiéndome, mi hermano pequeño me conoce y mejor de lo que yo me pensaba.

Me he dado cuenta que soy una "mal queda". Este año avisé que no iba a comprar regalos y eso he hecho (leches soy estudiante!). Tampoco he mandado sms ni nada parecido felicitando el año (he cambiado de móvil y no tengo apenas números). Estoy en casa y apenas he hecho acto de presencia con mis "amigos" de aquí (me dan pereza), he visto a los que quería ver.

Supongo que he llegado a ese punto en el que me da igual quedar mal, los que me conocen saben como soy y que no me gustan nada estas fiestas ni sus formalismos. Prefiero que se acuerden de mi un día cualquiera a que me llamen para felicitarme el año.

Terminaron las vacaciones y en dos días vuelta a Sevilla, soy tan floja que me da pereza irme pero tampoco soy capaz de quedarme aquí mucho más. "Y" me espera allí, compartir las dos ciudades con ella me gusta, siempre está allí cuando yo llego.

No sé como terminamos sentadas en la plaza donde siempre merendaba cuando era pequeña. Te conté como por culpa de aquella esquina y mi torpeza terminé con 3 puntos en la rodilla, que siempre que no tenía dinero compraba mi merienda esa tienda y lo apuntaban a la cuenta de mi madre, que en una calle más allá me dieron mi primer beso... terminé contándote tanto de mi que empecé a temblar. "Eh! tranquila" me dijiste junto a un abrazo, creo que en ese momento desaparecí.

Ah! Feliz año y esas cosillas...